La compañía, especialista en ofrecer soluciones globales de codificación y marcaje, analiza los nuevos hábitos de compra de los consumidores que demandan productos que sean sostenibles y de la necesidad de un etiquetado de datos variables que ofrezca
una información completa sobre estos artículos y de la cadena de suministro.
Los consumidores buscan cada vez más en los envases de los productos información sobre las credenciales éticas y ecológicas de las marcas a la hora de adquirir un producto. La sostenibilidad está cobrando protagonismo a nivel mundial y por eso, muchas empresas están valorando nuevas iniciativas de etiquetado de productos que se centren, específicamente, en la huella medioambiental de un producto. Sin embargo, las etiquetas estáticas solo pueden ofrecer a los consumidores información parcial, lo que causa preocupación entre algunos usuarios. Por eso, el Programme Manager de Domino Printing Sciences, Rob Ellinor, analiza los desafíos a los que se enfrentan las marcas en este nuevo contexto y destaca la función que pueden desempeñar el etiquetado de datos variables para proporcionar mayor información tanto acerca de los productos como de las cadenas de suministro. Estos nuevos hábitos de compra requieren de unas soluciones de codificación que den una respuesta a las nuevas necesidades.
La demanda de productos sostenibles es cada vez mayor para dar una definición de la palabra «sostenible» hay que recurrir a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, que declara que las dietas sostenibles «protegen y respetan la biodiversidad y los ecosistemas, son culturalmente aceptables, accesibles, económicamente justas, asequibles y nutricionalmente
adecuadas, inocuas y saludables, y optimizan los recursos naturales y humanos».
Por eso, teniendo en cuenta esta explicación, muchas de las opciones de etiquetado estático que existen no garantizan la información acerca de la procedencia de un producto. De hecho, cada vez se analiza más la precisión de la información presentada a
los consumidores dadas las preocupaciones por el «ecoblanqueo», es decir, las declaraciones ecológicas engañosas.
Para evitar esta situación los códigos 2D variables (p. ej., los códigos DataMatrix y QR), específicos a nivel de lote de un producto, ayudan a proporcionar a las marcas una solución para superar las complejidades del etiquetado de sostenibilidad. Los consumidores y los socios de la cadena de suministro podrían utilizar estos códigos escaneables para obtener información detallada sobre los productos y los envases.
Cuando el origen de los ingredientes de un producto es variable, los códigos 2D pueden facilitar el intercambio adecuado de esta información. Por ejemplo, para los productos que contienen carne y lácteos, un código 2D a nivel de lote podría facilitar información
acerca de la explotación agrícola donde se ha criado el ganado, así como de los métodos ganaderos empleados para respaldar las alegaciones del tipo «campero» o «ecológico». Esto podría ir un paso más allá para proporcionar información detallada sobre lotes
específicos de materias primas agrícolas, que incluso podría incluir datos sobre animales individuales.
Asimismo, el mismo código 2D también se podría utilizar para comunicar cualquier información adicional que pudiera no caber en la etiqueta de un producto, como campañas e información esencial de marketing, lo cual favorece un mayor compromiso del cliente y una fidelidad de marca más duradera.
En comparación, sin una etiqueta de datos variables, las marcas inevitablemente tendrán que mostrar indicaciones que reflejen el peor de los supuestos. Por ejemplo, en el caso de una empresa de comida envasada con proveedores que cambian en función de la disponibilidad estacional, determinados ingredientes serán menos contaminantes en las épocas de temporada y cuando su origen sea local, aunque las etiquetas de los productos tendrán que reflejar las épocas en las que las emisiones relacionadas están en su punto álgido. La única alternativa sería cambiar toda la etiqueta del producto entre lotes distintos, una circunstancia que conllevaría un coste cuantioso.
Actualmente las marcas dedicadas a los productos de consumo rápido, entre ellos los alimentos y las bebidas, los artículos de cuidado personal y los productos de limpieza doméstica, son los sectores que sopesan cada vez más utilizar este tipo de etiquetado para sus productos. De hecho, algunas compañías están adoptando nuevas iniciativas de etiquetado para mostrar su compromiso medioambiental, como la etiqueta ecológica de la UE o las etiquetas de colores de Foundation Earth, que clasifican el impacto de los
productos en la naturaleza. Otras, están optando por presentar sus propias «puntuaciones ecológicas» con un etiquetado que indica la huella de carbono o el consumo de agua totales de un producto.
Sin duda, los códigos 2D variables son una gran oportunidad porque permiten el intercambio de información más detallada y transparente acerca de los productos. El futuro de la codificación 2D a nivel de lote se irá haciendo más patente a medida que
0aumenten las demandas de intercambio de datos por parte de los consumidores. Cuando llegue ese momento, Domino estará listo para dar respuesta a esta demanda de la manera más eficiente posible.